Voy a ser simple y breve, para no interrumpir el recogimiento que implica esta fecha para los peronistas.Un 17 de noviembre de 1972 regresaba el General Perón al país. Ese día cargado de nubes con molestas lluvias, con las expectativas de días anteriores agudizadas, marcó una bisagra histórica. Algunos le pusieron el Día del Militante, no es así, otros el día de la Militancia, éste está mejor; pero si nos recluimos en el espíritu, decodificamos una gran verdad: el “Día de la Militancia Peronista”.
Aquel 17 de noviembre del 72’, en la ardua jornada hacia Ezeiza ante el acoso de las presencias militares por doquier se vio la garra del avance, los sinsabores de las inclemencias del tiempo, el bombo, el que gritaba con todas sus fuerzas un “¡Viva Perón carajo!”… era el retorno del General, profetizado por los aerosoles que anunciaban en las paredes el “luche y vuelve”, a los viejos de aquella primera resistencia se les estaba dando y a los pibes de la JP también.
Pero también, y más que nunca, no sólo estaban los que gritaban “la vida por Perón”, sino aquellos que la dieron. El Movimiento Nacional tiene miles de mártires, compañeros torturados, fusilados, desaparecidos… 17 de noviembre, éste día les pertenece a ellos más que a nadie… Aquellos muchachos de las utopías. Aquellas utopías y sus sueños. Y siguiendo unos tramos de unos dichos de Eduardo Galeano recordamos:
“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”.
(*) Diputado bonaerense del FpV-PJ
No hay comentarios:
Publicar un comentario